No sé si tú que desprecias los intentos o no careces de un respaldo, que cuando está contigo confía y sigue adelante, el Karma retorna, no somos masa, tenemos poder.
No me has enterrado la última daga, porque aun palpitas junto a mí, sorprendido estoy de tu risa ofrecida al momento más eterno, en medio de la lunada, detrás de un zaguán oxidado, o entre los muros de un cuarto azul, ahora desterrados.
Y si por fin cansada de intentar conocerlo todo, y consiente nuestra inconciencia buscas apoyo, detente, recuerda alimenta esta emoción de querer comerme el mundo contigo, de viajar, de escuchar y mirar otros polos.
Si para mañana a las nueve de la mañana que releas esto después de unos años, empolvado, nuestra risa seguirá sonando. Puro barrio! pura gresca! La Compañía se refresca!
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