02/12/2006

Zempoala.



Es grande la inmensidad del Bosque, pero más imponente la bóveda celeste que resguarda el misterio del macrocosmos observándonos mientras asábamos bombones en la leña encendida con tantas dificultades.
Fuego azul, y una luciérnaga palpitando alrededor. Nunca he visto tantas estrellas tan imponentes, tan bien organizadas, tan blancas.
A menos cuatro grados centígrados y con las narices congeladas. Una sonrisa me broto al saberme tan pequeño, tan lejano de esas explosiones…Zempoala es el mejor lugar para el insomnio aventurero.

Aucun commentaire: